Liliana Meza González es graduada con honores de la licenciatura y la maestría en Economía del ITAM, y maestra y doctora en Economía por la Universidad de Houston. Su tesis doctoral abordó el tema de la desigualdad salarial en México. Ha sido consultora del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo, y académica visitante en American University y Georgetown University. La Dra. Meza fue profesora e investigadora de tiempo completo en los Departamentos de Economía de la Universidad Anáhuac y de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, y en esta última institución fue también Coordinadora del Programa de Asuntos Migratorios y Responsable de la Coordinación Sistémica sobre Migrantes. La Dra. Liliana Meza ha publicado más de 30 artículos y capítulos de libros en temas laborales y de migración. También es compiladora de 3 libros sobre migración, política de agua e innovación tecnológica, y autora de 1 libro sobre salarios profesionales. Ha sido Secretaria Técnica del Gabinete Social de la Presidencia de la República, Asesora del Subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos, Directora General en el Consejo Nacional de Población y Subcoordinadora de Política Laboral Hemisférica en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Sus temas de investigación son Mercados Laborales, Migración Internacional, Desigualdad salarial, Política Social e Integración Económica. Actualmente, es investigadora en la Unidad de Asuntos Internacionales de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
La precariedad es la característica laboral de los migrantes centroamericanos en México. Esto vale tanto para los guatemaltecos con permisos de trabajo temporal que regresan a su país después de una estancia en México, como para los guatemaltecos, salvadoreños y hondureños que residen en territorio mexicano. Este reporte está basado en la Encuesta sobre Migración en la Frontera Sur de México (Emif Sur) 2004 - 2013 y en los Censos de Población y Vivienda de 2000 y 2010.
El trabajo de los guatemaltecos en Chiapas no ha modificado las condiciones laborales de la mano de obra en este estado mexicano del sur, excepto para el caso de las mujeres, a las cuales la migración procedente de este país centroamericano parece haber beneficiado en términos de remuneración.